Tecnología Dura y Blanda. Una categoría innecesaria

Empiezo por aclarar que en este artículo no se vierte la opinión de BilbaoMakers  sino la mía propia. Es por tanto un documento para la reflexión y el debate.

Percibo que se están escribiendo y utilizando mucho últimamente los términos tecnología dura/tecnología blanda. Reconozco que me alarma un poco  porque, cuando se generan lo que desde mi punto de vista son categorías y conceptos innecesarios,  puede haber por detrás intereses espurios (a que mola el palabro).

duro_blando

Si hacéis una búsqueda en la web, comprobaréis que se está dando carta de naturaleza a esta terminología y, como por arte de magia, lo que siempre ha sido «tecnología» sin más, ahora es «tecnología dura». Y, como por arte magia también, una serie de conceptos como educación, comunicación, marketing, etc. han pasado a adquirir la categoría de «tecnología blanda». La pregunta es por qué y a quién le interesa la creación de estos conceptos.

Y quizá la respuesta la podríamos encontrar si somos capaces de reflexionar sobre aspectos indirectos al problema.

  • Cuando se utilizan complementos antagónicos como duro y blando respecto a un concepto básico como tecnología (o cualquier otro), es inevitable asociar a ese concepto los complementos antagónicos por antonomasia que son bueno/malo ¿No os parece que tecnología dura tiene un tufillo a «mala» y tecnología blanda a «buena»? Sustituid tecnología por droga y observad de nuevo el resultado. Percibo por tanto que a los que les gustan estas categorías les interesa reducir la relevancia de lo que llaman tecnología dura para incrementar la de la blanda.
  • Tecnología es un término de moda. Su uso (el de la tecnología no el del término) está generando unos avances  espectaculares en campos como la robótica, las comunicaciones, la medicina, la astronomía, la genética,… Asombra y asusta la velocidad a la que se mueve todo cuando se le incorpora el nivel tecnológico que esta civilización nuestra es capaz de manejar. Y, como los humanos somos vagos por naturaleza y percibimos que para subirnos a ese tren que va tan rápido vamos a tener que hacer un esfuerzo importante, nos autoengañamos. Construímos uno que va a pedales, le damos un nombre que se parece, nos subimos a él y problema resuelto. O casi. Nuestro tren no avanza pero no pasa nada. Siempre nos queda la esperanza de que el otro se estrelle.
  • Resulta también curioso que en el lado de la tecnología dura se coloque lo que siempre ha sido la tecnología tradicional y en el de la blanda la comunicación, las relaciones humanas, etc. Hay que tener mucho cuidado con escuchar lo que se quiere oir porque un mensaje como este (que contrapone dos realidades inexistentes) es muy fácil leerlo de esta manera: Los que hacen tecnología son unos frikis antisociales y los que la usan no la entienden precisamente por la incapacidad que tienen los primeros para comunicarse. Esta realidad inventada sirve para justificar la aparición de una nueva categoría de especialistas, consultores, gurús y visionarios de todo pelaje. Los que van a conseguir que dos grupos humanos (frikis y usuarios) se puedan relacionar. No os dejéis engañar. La confrontación entre tecnólogos y usuarios no existe. El género homo (del que nosotros los homo sapiens somos los únicos representantes actuales sobre el planeta) se definió con una primera especie a la que se la llamó homo habilis precisamente por su capacidad para usar herramientas. La tecnología está por tanto en la misma esencia de nuestra especie. No podríamos ser «no tecnológicos» aunque quisieramos.
  • Respecto a la idea anterior, hace unos días escuché una frase que me pareció muy sabia. Hablaba de las matemáticas pero pienso que es extensible a cualquier area del conocimiento (también  a la tecnología). Decía algo así como: Las matemáticas que tratan de resolver problemas difíciles, son difíciles. De perogrullo no? Pues sí, pero encierra un pensamiento bastante jugoso. Si denominamos tecnología dura a cualquier forma de tecnología estamos deslizando la idea de que hay una tecnología ardua, difícil y trabajosa. Y eso es una verdad a medias (o lo que es lo mismo la peor de las mentiras) porque hay tecnologías difíciles que resuelven problemas difíciles y viceversa. Como todo en la vida vaya. Tecnología, matemáticas, salud, música, relaciones personales,…

Resumiendo. Creo que la palabra «tecnología» no necesita de atributos para dirigirnos con precisión al concepto que nombra. Esta supuesta apertura hacia otras realidades invita a pensar que sus fronteras son tan difusas y elásticas como para que quepa en ella cualquier cosa que se nos ocurra. En ese contexto, la podemos desvirtuar tanto como para llegar a decir de ella que:

Technology is the new rock’n’ roll

Con un par!

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